11 de maig 2015

¡Un café, por favor!



En mi primer “post”, hablaré de algo muy común: el café, una de las bebidas más consumidas en el mundo. Sin embargo, como contiene cafeína, un conocido estimulante, a menudo se relaciona su consumo con estilos de vida poco saludables. Lejos de esta apreciación, el café es muy rico en antioxidantes y otros compuestos que le confieren un efecto beneficioso para nuestra salud.
La foto hace referencia al primer artículo referente a este producto que encontramos en PubMed, la fuente de información más utilizada en Medicina. Desde entonces han sido numerosos los estudios que han analizado su efecto sobre la salud. Una de las mejores revistas médicas, The New England Journal of Medicine, despertó nuevamente el interés sobre el café con  un artículo publicado en 2012. En dicho trabajo, realizado en EEUU, se encontró un beneficio proporcional entre el número de cafés/día y una reducción de la mortalidad. Desde este artículo, han proliferado nuevos estudios y metaanálisis (método estadístico que estudia el efecto global de los diferentes estudios incluídos), que relacionan un consumo moderado de café (3-4 cafés/dia) con una menor mortalidad global (cita) y cardio-vascular (cita). Este dato es de suma importancia pues la mortalidad cardio-vascular supone la primera causa de muerte en los países desarrollados.

El consumo de café, también se ha relacionado con un menor riesgo de desarrollar Diabetes Mellitus. El ácido clorogénico del café reduce la absorción intestinal de glucosa y la resistencia periférica a la insulina, entre otros mecanismos favorables. Este efecto beneficioso se observó también con el consumo de café descafeinado.

Además, determinados componentes del café (cafestol, kahweol, flavonoides, polifenoles,...), parecen tener un efecto anticarcinogénico, de defensa antioxidante celular.  Tal y como hemos comentado, el café reduce los niveles de insulina, un conocido factor de riesgo para el cáncer. El café también es un estimulante del peristaltismo, lo que reduce el cáncer colorectal. De hecho, en otro metaanálisis, el consumo moderado de café, se ha relacionado con un menor riesgo de diversos tipos de cáncer.

Tomar un café, puede representar también un espacio para tomar conciencia (mindfulness) del momento (notar su color, su gusto, oler su aroma, oír el remover de la cuchara,...), pensar en las cosas positivas del día, leer el periódico, un libro o aprovechar para hablar con alguien. Saber disfrutar de estos momentos en el acelerado, impersonal y a menudo, perjudicial ritmo de vida actual, contribuirá también a mejorar nuestro bienestar. Si tomas café habitualmente, tienes aquí unos argumentos para seguir haciéndolo de forma moderada, tomando conciencia del beneficio que ello comporta para tu bienestar.

Quisiera finalizar con las conclusiones de ese primer artículo publicado sobre el café: "... cuando lo tomo (el café), me siento siempre más animado y apto para el trabajo después de las comidas




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